Analía Medina
Quise ser muchas cosas: las típicas de la infancia: maestra jardinera y más grande estudié Historia y Artes Combinadas. Hoy miro mis textos y recuerdo que cuando leí “Mujercitas” un verano en Mar de Ajó o quizás al ver la película con Katharine Hepburn, pensé por primera en vez en ser escritora, ser Jo March y andar por la vida con los dedos manchados de tinta. Debo las manchas, pero, cómo dice Cortázar de él, y lo robo: “Me di cuenta que yo vivía sin haberlo sabido en una familiaridad total con los fantástico porque me parecía tan aceptable, posible y real como el hecho de tomar una sopa a las ocho de la noche”.